El Yoga es el conocimiento colectivo del ser humano, se trata de la cosmovisión de la naturaleza, origen y destino espiritual de la humanidad.
Ashtanga Yoga (aṣṭa: ‘ocho’, aṅga: ‘miembro’) son los ‘ocho miembros del yoga’ descritos por el sabio Patañjali en su texto clásico Yoga sūtra (‘aforismos de yoga’), el libro más antiguo sobre el Yoga. Patañjali (probablemente del siglo III a. C.) recopiló y sistematizó los conocimientos acerca de estas técnicas, que consta de ocho ramas, como las de un arbol.
Estos «ocho miembros» son:
Yama
(eticas):
Ahiṃsā (‘no violencia’, compasion hacia los otros seres)
Satya (‘veracidad’)
Asteya (‘no robar’)
Brahmacharya (cuidado de la energia)
Aparigraha (desapego)
Niyama
(preceptos):
Śaucha (limpieza y purificacion física y mental)
Santoṣa (completa satisfacción, contentamiento)
Tapas (disciplina, constancia)
Svādhyāya (estudio de las tradiciones sagradas)
Iśvara praṇidhāna (actitud de entrega y aceptación de Dios, Lo Absoluto, el Misterio Cósmico)
Āsana
(postura corporal)
Prāṇāyāma
(control de la energia en la respiración)
Pratyāhāra
(abstraccion de los sentidos).
Dhāraṇā
(concentración de la mente).
Dhyāna
(meditación).
Samādhi
(estado del despertar de la conciencia).
Existen muchas posibilidades de entender el significado del Yoga. Encontramos sus raíces en el pensamiento hindú, pero su contenido es universal porque trata sobre los medios por los cuales podemos hacer los cambios que deseamos en nuestras vidas. La verdadera práctica del Yoga lleva a cada persona por diferentes direcciones. No es necesario adherirse a ningún sistema de creencias, filosofía o religión para seguir el camino del Yoga. La práctica solo nos pide actuar y poner atención en nuestras acciones. Cada uno de nosotros necesita poner atención en la dirección que estamos tomando, para que sepamos a donde vamos y como vamos a llegar allá, esta cuidadosa observación nos da la posibilidad de descubrir algo nuevo.
Yoga, que se puede traducir del sánscrito como “Unión”, es el estado de conciencia de plenitud del Ser. Es el estado de unión y conexión con nuestra naturaleza mas profunda, la Vida, la Libertad, la Felicidad, la Paz. Este estado es nuestra verdadera naturaleza.
Lo que ocurre es que lo hemos olvidado, la misma condición humana genera este olvido, que es la raíz de todo sufrimiento. El apego, el rechazo, la ira, la tristeza, el miedo y la inseguridad, son todas manifestaciones de estar alejados de nuestro centro, esto es la ignorancia espiritual, no saber quienes somos o creer que somos lo que no somos. Somos más que un cuerpo físico. La práctica del Yoga nos ayuda a retomar esta conciencia de unión, nos libera de bloqueos e impurezas, nos devuelve a nuestro eje. Es un camino de redescubrimiento y liberación.
Ashtanga Vinyasa
se basa en secuencias de asanas (posturas corporales) y enfocado en concientizar la respiración. Esta sincronización dinámica entre movimiento y respiración se llama Vinyasa.
La respiración es nuestro acto vital más fundamental, conecta cuerpo y mente con espíritu. Cuando la respiración y el movimiento fluyen sin esfuerzo en perfecta armonía la práctica de Yoga trasciende a un estado de mayor conciencia: una meditación en movimiento.
La práctica de Yoga genera calor interno, purificando el sistema nervioso y glándulas endocrinas. Oxigena la sangre, nos da fuerza, flexibilidad y claridad mental, refina la concentración y aumenta el caudal de energía vital. Esto, con el tiempo, reduce el estress, mejora la postura y la respiracion y tranquiliza la mente.
LOKA SAMMASTA SUKINOH BHAVANTU
"Que todos los seres sean felices y libres y que todas mis acciones y pensamientos contribuyan a esa felicidad y libertad"
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